sábado, 7 de mayo de 2011

Se mojan mis ojos

Cuando esto sucede, es porque me atrapó una conmoción de emociones, producto de las situaciones que me rodean y a las que les doy un valor sentimental fuerte. Soy un adolescente cursi, mi única preocupación son las relaciones interpersonales, aunque esto no fue siempre así.
Desde pequeño no fuí lo que se dice "normal", cuando mis padres hablan de cuando era un bebé, siempre recalca la misma oración que tengo grabada en mi mente: 

"Eras tan solo un bebé, y sin embargo ya poseías una psicología tan fuerte para manifestarte en contra de lo que te desagradaba"
Crecí bajo los cuidados y cariños de mi madre, pero sin embargo, yo no podía sentirme en paz con ello pues había algo que no podía ver de ese amor que me tenían. Poco a poco fui desarrollandome, siempre resintiendo lo que la sociedad me imponía y atacandola rebeldemente. Tenía un problema, me negaba a socializar, solo me importaba yo y no comprendía el cariño, en ese entonces contaba solo conmigo y nadie mas; me creé mi propia ideología y mi propio patrón de comportamiento, a mi manera, creía que tenía el control del mundo que me rodeaba pero la balanza se había invertido y entonces, esos contra quienes me manifesté ahora lo hacían contra mi. Entonces yo, de causar pánico a los demas niños, pagaba mis pecados a un nivel que un frágil e incomprendido ser no podía soportar... Y sin embargo tenía que seguir,

Mis años en la primaria y los principios de la secundaria fueron todos iguales... Mis padres que me estimulaban para lograr siempre la exelencia académica usando la inteligencia que se me habia brindado, ellos siempre me decían que yo siempre había de ser el líder, el jefe, que siempre me diera a destacar, Yo trataba de imponer mi ley, pero era ridiculizado, atacado y derrotado; No aceptaba el fracaso, eso no era parte de mí. Para empeorar las cosas, mi madre siempre intercedía por mi, creyendo que al hacerlo me hiba a proteger y que mejoraría mi vida, probablemente tenía razón en su intención, pero sus métodos eran los menos indicados. Al paso del tiempo me ganaba cada vez mas enemigos y jamás me importó tener que establecer lazos con la gente; Solo eramos yo, mi ego, y mis buenas notas.

Todo eso que alguna ves llamé "Gloria" estaba acabando. Al llegar a la secundaria, ya a nadie le importaba que yo sacara buenas notas, mas bien, era objeto de burla y mas opresión, hasta que un día me volví un despreocupado y quize convertirme en uno de los populares como uno de los métodos para llamar la atención, cosa que no funcionó, ya que yo seguía con mis particulares ideas aunque algo alteradas, ya sentía necesidad de esparcirme con alguien similar a mi, y en efecto, pude encontrar en aquella época a personas especiales que me toleraban aún como yo era.

Producto de mis malas notas, mis padres, preocupados por mi situación optaron por separarme del circulo social al que pertenecía, llevarme a estudiar a otra ciudad, y comenzar con tratamiento psicológico; a lo que al inicio mostré repudio, pero... entonces me llegaron unos profundos deseos de verdaderamente dejar de ser un rechazado social que no le importaba nada, ni siquiera para lo que alguna ves fuí brillante; Me decidí a cambiar y me dí cuenta de que siempre hubo quien me apreciaba, pero nunca lo pude ver, me dí cuenta de que podía ser una persona con sentimientos. Lo que me estaba sucediendo era el destino.

Y así, al terminar ese largo año me encuentro aquí, comenzé mis estudios de preparatoria y ahora, el destino que me habia ayudado antes, me volvió a apoyar trayendome gente especial de mi pasado, me mostró a nueva gente que complementa mi vida y estoy seguro que con ellos y el nuevo "YO" encontraré mi futuro, siempre a su lado.